viernes, marzo 04, 2005

Scarface


El ataque del furúnculo satánico comenzó hace una semana. Creció al prncipio como una inocente espinilla que al cabo de una semana cobró proporciones descomunales. Ante el miedo de que se hiciera mas grande que yo y me comiera, decidí ir al dispensario de la universidad a ver si me podían ayudar a vencerlo. El asunto transcurrió en dos etapas, la primera al mando de dos mujeres que saciaron sus fantasías sádicas mientras me explotaban el furúnculo sin ayuda de anestesia pero con el auxilio de un bisturí y de una aguja de inyectadora. Mientras una se daba con todo la otra me animaba diciendome "tranquilo, tu puedes lo estas haciendo muy bien". La mezcla de dolor con sus palabras de fondo me hicieron creer por un momento que estaba dando a luz. Mi venganza vino de una forma asquerosa: al terminar su brutal operación me di cuenta de que le había manchado su blanca camisa cuando de tanto apretarme, el furunculo explotó como un volcan. Realmente asqueroso.
Al dia siguiente me tocaba cambiarme la gaza y un doctor volvió a revisarme. Al verme e dijo: "creo que eso que tienes allí es un quiste cebáceo y si no te lo sacamos ahora se va a volver a formar". Eso significaba que me iban a echar cuchillo de nuevo, pero esta vez exigí que me anestesiaran. Me dieron una mangera de lavadora y me dijeron que respirara de allí. En Venezuela, una mangera como esa levataría sospechas. De pronto pensé que iba a salir agua sucia pero lo que salía era oxido nitroso, o como le llaman, gas hilarante. Yo respiraba y me sentía como un fumador de opio, al rato estaba completamente drogado y flotando en el espacio hablando de pajaros con el Dr . Eso sí, en cuanto me incó el bisturí se me pasó toda la nota y grité como si me estuvieran matando. El tipo jugó un rato hasta que me sacó completamente al alien y luego me preguntó "Tú trabajas como modelo? porque te va a quedar una cicatríz allí, pero tranquilo que no vas a quedar peor de lo que estabas cuando entraste"

Cesar Aponte